Hay momentos donde se cree en que hay algo de destino en todo esto, bien puede ser que uno sea escéptico al respecto, hasta que empiezan a aparecer las coincidencias.
Después de que el año pasado se planeara tanto ese viaje a Lisboa, ese plan que a oídos de los demás parecería una volada, uno de tantos planes que hacen las personas para jamás cumplir, y no porque se mientan, sino porque se vive en un mundo de mucho movimiento donde cuesta trabajo mirar hacia atrás y saldar lo prometido, donde la corriente jala muy fuerte, lo notemos o no somos arrastrados, entonces cuando no tienes un objetivo, un punto de inicio a la vista, ¿para donde ir?, ¿hacia donde nadar?
Nos sentamos juntos, o hablamos durante horas por teléfono, para contarnos lo que alguna vez encontramos en revistas, en programas de televisión acerca de los lugares turísticos a visitar, nombres como el “Barrio Alto”, que antes ni significaban más de lo que dicen, ahora la idea estaba en pasar por ahí para beber unas cervezas, investigar cómo es el clima por allá, cuando se levantan y abren las ventanas por la mañana, ¿cómo es?, la gente siempre recomienda no dejar de visitar las catedrales, en este caso la Santa Maria Maior es la más antigua de Lisboa, eso también podría ser un dato como el de las enciclopedias, pero ahora no, es un punto, letras, nombres que tendrán una parada registrada en nuestra memoria, imágenes más que palabras, recuerdos, experiencias que sean más que esto, más que el diario, más que el común.
Y vaya que no era empresa fácil, no era únicamente decirte que nos fuéramos, que la plata era lo único que necesitábamos, además de un diccionario portugues-español, hasta ese momento supe de tu fobia por volar, no me hubiera preocupado sí tan solo fueran unas cuantas horas ahí arriba enlatados, hubiera pensado en algo como doparte, ja ja, para que al despegar, tu también en simultaneo comenzaras a desplegar tus alas en otra dimensión, en otro paralelo; sin embargo 12 horas son muchas para un viaje dopante, o al menos de la manera legal, por lo que todo ello representaba un reto a resolver ya que el viajar por barco es algo completamente impensable, después de todo reíamos por ello, bromear y analizar cosas que no tenían la menor relación era también la orden del día, pensar en todas esas historias que pasan en las películas o en las revistillas baratas, donde una pareja entra al baño del avión a tener sexo, y yo le platicaba que esos cuartuchos son de lo mas incómodos, todo encerrado, apretado, hasta cuesta trabajo respirar (puede que sea un poco claustrofóbico) en todo ello tan limitado, cómo hacer ese maniobrar y que al mismo tiempo fuera placentero ¿¿¿¿¿cómo?????, puede ser que sea un hombre de poca imaginación, puede ser…
En fin, los días pasaban, observaba el calendario y todo parecía tener un significado de para qué levantarse el día siguiente, cada día había algo nuevo en mente, nos acercaba más a la fecha tentativa para partir, pensaba en los posibles trámites, en los tickets, en ir a la boletería, pensar en la estancia y más detalles por el estilo, todo ello hasta el momento en que partiste.
No puedo decir que me quede con los pases de abordar en la mano, de eso puedo sentirme afortunado, todo exploto, todo se sumió en el sopor característico antes de ultimar los detalles finales, entonces ahora ya no había que esperar otra cosa en el calendario, con el pasar de los días, nada excepto esperar a que bailen los ratones, a que la gorda cante, a tener mas botellas vacías… para después volverlas a llenar, claro esta.
Cuando todo eso pasaba, cuando había momentos donde pensaba en ese plan, en ese viaje que parecía tan real, que hasta miedo daba de ver que nada fue real, de pensar que se podría tratar de una mente esquizofrénica planeando cada detalle, apareces cantando algo de Madredeus…
Oxala, me passe a dor de cabeca, oxalaOxala, o passo nao me esmoreca;Oxala, o Carnaval aconteca, oxala
Tarareando, cantando, silbando sin conocer lo que acabo de escribirte, todo ello una coincidencia, ahora me platicas la idea de viajar, de ir Portugal, hasta parece que alguien me esta jugando una broma, que alguien te ha contado lo de meses atrás, pero no hay manera de que sea así, es como retomar mucho de lo antes planeado, sacar del cesto de basura el calendario, las ideas, a hacer cuentas de nuevo, sumar, multiplicar, pensar en euros, de vuelta a acá, imaginar días distintos, cómo los de Calamaro pueden ser, o cómo los nuestros, todo regresa pero esta vez con un poco más de reserva, de saber que no es completamente seguro nada de lo mencionado, falta casi un mes y para entonces todo puede ser diferente, para lo bueno, para lo malo, esta vez hasta que vayamos juntos a comprar los tickets pensare que se pisan terrenos más firmes, por ahora todo es un anhelo, un bonito supongamos.
“Supongamos que tu y yo nos vamos de viaje…”
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